Second chances

1

Uy. Lo ha vuelto a hacer.

Elliot Hansen tiene la terrible costumbre de enamorarse de todos los hombres con los que sale.

Sus amigos están hartos y hacen una lista del hombre perfecto para Elliot.

Esa V...

Esos abdominales...

¿No debería un novio ser más que la suma de sus partes?

Pero cuando el sexy detective Winston Rogers irrumpe en su dormitorio para detener a un ladrón, Elliot sabe que no le importaría tachar una o dos cosas de esa lista con él.

¿Y si lo tuviera todo?

Cinco años después de la muerte de su marido, Winston Rogers está soltero y decidido a seguir siéndolo.

Se vuelca en su trabajo, cuanto más peligrosa sea la misión, mejor.

No puede afrontar otro riesgo para su corazón.

Pero entonces un arresto rutinario en la habitación de su vecino hace que Win busque algo más que pruebas, ya que la dulce sonrisa y los ojos vulnerables del hombre tocan una fibra sensible en su interior que Win creía perdida para siempre.

¿Por qué no disfrutar del otro sin ataduras?

Win y Elliot deciden hacer su propia lista.

Regla nº 1: Estrictamente amigos con derecho a roce.

Regla nº 2: No hacer nada estúpido como enamorarse.

Regla #3...

Mira cómo Elliot y Win ignoran las reglas #1 y #2

Fue como en las películas: sus ojos se encontraron al otro lado de la habitación y se enamoraron. Nueve años después, Chess y André son la envidia de todos sus amigos.

Pero esta es la vida real… y las cosas nunca son lo que parecen. Las aguas tranquilas son profundas, para ocultar mejor el feo pasado de Chess. Ha trabajado duro para enterrar al adolescente problemático que fue una vez y está viviendo una vida que nunca imaginó posible. El amor de André es un regalo que le hace creer en las segundas oportunidades, y Chess lo agradece cada día. Lo único que quiere es lo que a André le resulta imposible dar: su tiempo. Seis meses de separación podrían ser el punto de ruptura, incluso para Chess. Una noche horrible cambió la vida de André para siempre. André, que antes era un fiestero de la escena social de los Hamptons, se entierra en el trabajo durante años hasta que conoce a Chess y aprende a disfrutar de las cosas sencillas. Está cansado de estar siempre fuera de casa y está dispuesto a abandonar su papel de director general de la empresa familiar, por mucho que intenten atraerlo de nuevo. Pero las viejas costumbres son difíciles de cambiar… y los recuerdos también. Fotos del pasado y del presente salen a la luz, sacando a Chess y a André de su cuidadosamente construida vida de ensueño. Se ven obligados a enfrentarse a lo impensable: el amor que creían que duraría toda la vida puede estar a punto de desmoronarse.

Los secretos quedan al descubierto, abriendo una caja de Pandora que ambos esperaban que permaneciera cerrada para siempre. Ahora Chess y André se enfrentan a la pregunta más difícil: ¿conoces realmente a la persona con la que vives?

3

Wolf

Deseo: Con lo que lucha desde el momento en que ve a Spencer Hawkins el primer día de universidad.

Miedo: No está dentro de su vocabulario, excepto cuando se trata de enfrentar sus sentimientos por Spencer.

Lujuria: A lo que se entrega y que cambia todo entre ellos. Y su vida para siempre.

Negación: Algo con lo que está muy familiarizado: negar quién es y a quién quiere. Es mejor así, aunque eso lo esté destrozando o a su amistad con Spencer.

Spencer

Esconderse: Lo que mejor hace. Se esconde de todo el mundo, especialmente de sí mismo y de la loca atracción que siente por Wolf, de la que no puede desprenderse.

Muros: Los erige para protegerse de todas las heridas que la vida le produce: la muerte de su madre, la indiferencia de su padre y los hombres que comparten su cama y se alejan.

Traición: No por cualquiera. Por Wolf. El único hombre que no puede olvidar. O perdonar.

Deseo: Quiere vivir el momento, pero no puede dejar de pensar en esa noche. Y no ayuda que Wolf y él continúen chocando sus cabezas...

y sus labios.

Amor: Lo que estos dos idiotas necesitan para darse cuenta de que está pasando entre ellos. Lo que empezó como un enorme arrepentimiento podría terminar siendo el error más hermoso que jamás hayan cometido.