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Por cuatro semanas, KC Malone está de licencia de la Marina cuando llega a la casa de playa de su tío y se encuentra con una hermosa mujer que le apunta con un arma al pecho. ¿En qué diablos acaba de meterse?
Moriah Jensen está huyendo de policías corruptos y traficantes de drogas despiadados. Al escapar de Chicago, después del asesinato de su familia, pasa los siguientes cuatro meses tratando de mantenerse con vida. Va de ciudad en ciudad, de estado en estado, usando un alias y luchando por mantenerse un paso por delante de las personas que la persiguen.
Cuando los dos se convierten temporalmente en reacios compañeros de casa, KC se ofrece a entrenar a Moriah para defenderse de un presunto ex novio abusivo. Pero cuando su pasado la alcanza, Moriah tiene que decidir entre su amor por KC y marcharse para ponerse a salvo. Quedarse pondría en peligro la vida de ambos. Huir significaría dejar su corazón atrás
El regreso a casa del agente del FBI Sean Malone se ve interrumpido por dos cosas: una agradable sorpresa de su juventud y un desquiciado asesino serial.
La pequeña marimacho que lo seguía a él y a sus hermanos cuando eran pequeños, ahora ha crecido y es increíblemente hermosa, y se encuentra pensando en ella de una manera que nunca antes lo había hecho.
Whisper, Carolina del Norte, donde pasó los veranos de su infancia, es el lugar perfecto para que Grace Whitman abra su nuevo negocio, especialmente cuando descubre que su amor de la adolescencia también ha regresado.
Cuando los dos vuelven a encontrarse, la policía local le pide a Sean que ayude a encontrar al hombre que ha torturado y asesinado a tres mujeres.
¿El asesino seguirá su patrón y continuará haciendo lo suyo, o el condado de Dare se convertirá en su terreno de caza permanente?
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