Sólo quería un beso.
Un beso, bajo la oscuridad de la noche, en una ciudad donde nadie nos conocía.
Un beso alimentado por mis hormonas y el alcohol y el dolor cegador por la pérdida de mi madre.
Un beso del hombre que me dije que era intocable. Pero, no se detuvo en un beso.
Y ahora estamos corriendo a toda velocidad por una carretera sin intención de parar.
Su toque me desarma.
Su beso me revive.
Pero, nuestro amor, podría destruirme
2
Estoy enamorada del padre soltero de al lado desde que tenía trece años.
Theo Graham es encantador. Dulce. Absolutamente guapo.
Pero, ya no soy una niña.
No debería quererlo.
No puedo tenerlo.
Debería saber que no puedo desear al padre de mi mejor amigo.
Mi mejor amigo, el hijo de Theo, que puede o no haber sentido algo por mí durante los últimos ocho años.
Desear al padre de mi mejor amigo era el único secreto que se suponía que nunca saldría a la luz.
Excepto que ahora, él también me desea

3
Hace tres meses, pasé la mejor noche de mi vida en la boda de mi amiga.
El hombre era seguro de sí mismo, afable y guapísimo.
Sentimos una conexión que nunca había sentido con nadie.
O eso creía, porque a la mañana siguiente, se fue antes de que despertara con una nota que me hizo pensar que no estaba interesado en repetir.
Sintiéndome rechazada y confundida, logré sacármelo de la cabeza.
Hasta ahora, en mi primer día de trabajo.
¿Porque el hombre responsable de la mejor noche de mi vida?
... Es mi jefe casado.
Y él tampoco ha dejado de pensar en mí.


No hay comentarios:
Publicar un comentario