viernes, 31 de marzo de 2023

Trilogía The Fallen World




En el futuro, el mundo está en guerra.


Durante la última década, el Rey Lazuli del Imperio del Este ha tomado sistemáticamente el control del mundo. Nadie sabe mucho acerca de él, aparte de una serie de hechos imposibles: no puede morir, no ha envejecido desde que comenzó el conflicto y quiere gobernar el mundo.


Todo lo que Serenity Freeman ha conocido es derramamiento de sangre. La guerra se ha llevado a su madre, su hogar, su seguridad. Como futura emisaria de las Naciones Unidas Occidentales, la última región autónoma del mundo, es responsable de forjar alianzas donde pueda.


La rendición está en el horizonte. El rey puede saborearla; Serenity lo siente profundamente dentro de sus huesos. No hay otra opción. Ahora los dos deben estar cara a cara.


Para Serenity, eso significa confrontar al hombre que le ha quitado todo. Para el rey, significa encontrarse con la única mujer que no puede conquistar. Pero cuando se encuentran, algo sucede. La crueldad encuentra la redención.


Sólo que en la guerra, todo tiene un precio. Especialmente el amor.






2

Dicen que soy una reina.


Dicen que me casé con un monstruo. Que lo hice de buena gana.


Dicen que no puede morir, que no envejece. Que juntos, gobernamos un mundo devastado.


Dicen que solía ser una de ellos, pero ahora soy una traidora.


Dicen muchas cosas, las cuales no puedo recordar, pero...


Temo que lo que dicen sea verdad.


Luego está lo que no dicen, lo que veo en sus ojos.


El rey los aterroriza. No puede ser detenido. Y, lo más preocupante de todo...Él viene por mí.






3

Es una mártir. Un mito. Un fantasma.


Una leyenda.


Es mi alma gemela y mi cautiva, mi conciencia y mi ira. La quiero demasiado para dejarla morir; le temo demasiado para despertarla de su sueño.


Es mía. Y ahora se ha ido.


Él es antinatural. Eterno. Sin ética.


Imparable. Es el guardián de las mentiras y las almas perdidas. La mía se deslizó a través de sus garras. Soy su esposa, su reina, el amor de su larga vida.


Y pronto, seré su verdugo.

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