Este equipo me odia. Algo sobre mi caso crónico de cara de idiota en reposo y esa cosa con el capitán cuando comenzó la temporada. Mi puño, su mandíbula. Sí, volvemos y no en el buen sentido.
El entrenador dice que no más "tonterías de confrontación" o no juego en absoluto. Y ese es un éxito que mi carrera en la NHL no puede soportar. Entonces el plan es simple. Mantengo la cabeza gacha y termino mi contrato con los puños marcados.
Solo hay un problema.
Allie.
La chica de Vancouver hace ocho meses. La que tiene la sonrisa sexy, tímida y pecaminosamente audaz y la boca más dulce y húmeda que jamás haya probado. La chica que me voló la cabeza y luego desapareció de mi vida sin darme su número. Resulta que es la hermana pequeña del capitán. Y aunque mi carrera depende de ello... no puedo alejarme de ella.
Una mirada y sé... esta chica me odia.
Debería alejarme, encontrar un conejito de disco para sentarme alegremente en mi regazo y decirme lo gran semental del Hockey soy, totalmente cierto, por cierto. Pero hay algo sobre esta pelirroja luchadora que no puedo dejar ir. Tiene una ventaja que es sexy como el infierno y una boca inteligente que me ha estado atando desde la noche que la conocí.
Ella me dice que lo olvide, no vamos a pasar. Pero este no es el tipo de mujer que un hombre olvida. Especialmente cuando el aire
comienza a chisporrotear y estallar cada vez que nos acercamos a diez pies el uno del otro. Ella está en mi cabeza y debajo de mi piel, y todo en lo que puedo pensar es en la forma en que me miró esa vez. Como si ya supiera cómo podría ser entre nosotros.
No soy el tipo de chico que una chica como ella lleva a casa... Pero tal vez quiera serlo.
Me preocupo demasiado por Cammy Wesley para casarme con ella...
Sí, sé lo que estás pensando. Pero escúchame.
Cammy es mi mejor amiga. La única persona sin la que no puedo vivir. La chica de la sonrisa del sol, el frigorífico lleno y la niña más maravillosa que he conocido. Ella también es la mamá soltera atractiva de AF a la que hice mi misión proteger de tipos como yo. No me arriesgaré a arruinar nuestra amistad presionando por algo más.
No puedo ser su para siempre.
No soy ese tipo. Soy el buen momento. El payaso de la clase. El semental de hockey. Soy el feliz por ahora, no el feliz para siempre.
Me quedo en mi carril, pero cuando la ex de Cammy necesita una lección, la parte sobreprotectora de mí salta las tablas y paso de mejor amigo a novio falso en el lapso de un beso. Y eso es solo el comienzo. Porque cuando se trata de Cammy, no hay nada que no haga por ella.
Incluso si está garantizado que me arruinará.
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