Sus sexys lecciones son unas que ella nunca olvidará…
Cuando la ardiente como el infierno Danielle Lang se apareció y me pidió que le enseñara sobre sexo, pensé que estaba alucinando. Resulta que la hermosa psicóloga necesitaba un poco de enseñanza extra en todas las cosas sexuales para que ella pudiera dar una clase.
Siempre estoy dispuesto a ayudar a un amigo. Quiero decir, es lo menos que puedo hacer. Lo que no estaba esperando es que ella volteara la mesa y me enseñara unas cuantas cosas. Sólo que esa promesa de corto plazo de dos semanas en su cama va a ser un poco demasiado rápida. No que esté pensando en por siempre o algo.
Tengo una carrera futbolística a la cual regresar. Y ella no quiere ser parte de mi mundo. No hay forma de que podamos estar juntos, así que voy a asegurarme de disfrutar cada sexy segundo.
Ella necesita una experiencia de manos-encima. Y él tiene grandes manos.
Pedirle al jugador de futbol Jack Rider que me enseñara todo lo que él sabe sobre sexo podría haber parecido una buena idea, pero ahora no estoy segura de que pueda manejar un chico como él. Pensé que él simplemente iría directo conmigo, librándome de mi maldita virginidad más pronto que tarde. Pero no, él tenía su propia idea sobre ponerme al corriente en el sexo. Sus dos semanas de lenta seducción podrían ser simplemente la muerte para mí, pero ya que es él quien está a cargo, tengo que jugar el juego a su manera. No que no lo esté disfrutando. Lo estoy. Quién no lo estaría, ¿cierto? Supongo que simplemente no puedo evitar preguntarme cómo dejaré que otro hombre me toque después de él.
El ganador lo toma todo… ¡una y otra vez!
¡Simplemente he tenido las mejores dos semanas de mi vida! ¿Quién habría adivinado que gran parte de mi rehabilitación involucraría darle a una preciosa psicóloga lecciones privadas de sexo? ¿El problema? Estoy enganchado. Quiero más y eso no era parte del trato. Pero tengo un trabajo al que regresar, y ella ya está alejándome. ¿Así que, qué demonios voy a hacer? Todavía, como un jugador de ataque, sé que algunas cosas necesitan un libro de jugadas y estoy acostumbrado a ganar. Así que antes de que me aleje de esta increíble cosa entre nosotros, voy a usar cada estrategia que conozco para convencerla de que las únicas manos que necesita son las mías
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