Ser una acompañante es fácil… si conoces los trucos del negocio.
Ellos me llaman Trixie.
Soy lo que quieras que sea. A algunos les gusta que me someta a su antojo, a otros que tome el mando. Y a ciertos hombres sólo les gusta tomarme, de cualquier forma que puedan. No me avergüenzo de mi trabajo. Este paga las facturas y a veces… obtengo placer de él. No tengo esos problemas de bloqueo puritano que tienen la mayoría de los estadounidenses. Me gustan los hombres. Me gustan las mujeres. Sobre todo, me gusta ganar dinero. Echa un vistazo a mi mundo. Te reto a hacerlo. Debes estar advertida, mi historia es corta y no es un romance. No tiene un final feliz
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