Un sexy jugador de rugby. Un encuentro casual. Una noche explosiva que nunca olvidará.
Fern Morgan está harta de los hombres.
Por esta noche, de todos modos.
Plantada y molesta, no le gusta nada cuando el equipo local de rugby, los Strathstow Sharks, llegan al bar.
Pero sus planes de escape son detenidos por un simpático jugador rubio con una sonrisa asesina y un cuerpo musculoso para morirse...
Tom Sexton es el Sr. Sensible del equipo.
El chico que está atento al resto y se asegura de que todos lleguen a casa al final de la noche.
Pero una mirada a la morena curvilínea intenta romper con ello y todos sus instintos depredadores reciben una sobrecarga.
Tom ha dejado de ser el Señor Sensible…
El problema es que, una vez que la tenga en su cama, ¿querrá dejarla ir?
Identidad equivocada, besos que hacen curvar los dedos de los pies y una pasión que los enciende fuego a ambos. Buscar el correo de su vecina jamás había sido tan excitante.
Escapándose después de unos días de trabajo, lo último que Daisy necesita es encontrar que la casa junto a la suya ha sido vendida. Aparte del hecho de que tenía nuevos vecinos con los que lidiar, se había olvidado de recoger el correo para el residente anterior. ¿Qué puede hacer una chica en circunstancias como esa, excepto esperar que su llave aún funcione y poder recoger el correo mientras la casa aún esté vacía?
El Medio scrum del equipo de rugby Strathstow Sharks, Will Peters, no puede creer que alguien intente irrumpir en su nueva casa, menos de cinco horas después de haberse mudado. Al enfrentar al intruso se encuentra con una sexy curvilínea mujer que prende fuego su cuerpo. Robarle un beso es solo el primero de sus errores.
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