No soy el héroe de esta historia.
Si hace un año me hubieras pedido que pusiera mi vida en riesgo por otra persona, te hubiera mandado a freír espárragos. Pero supongo que el tiempo tiene la forma de cambiar las cosas. El tiempo y una preciosa chica de ojos tiernos llamada Darcy. El único problema es que alguien quería ver a Darcy muerta. La ató, amordazó y abandonó para que se muriera. Caminé literalmente a través del fuego para salvarle la vida. La cuidé durante unos días. Vigilé su puerta como si significara algo para mí. La protegí como si fuera mía.
Cuando le das tanto a alguien como yo le di a Darcy, eso te cambia. Te hace sentir cosas. Convierte sus batallas en las tuyas propias. Sus enemigos en tus enemigos.
Ahora estoy a la caza. Quien quiera que quisiera a Darcy muerta no tienen ninguna posibilidad. No conmigo a su lado.
Caminé a través del fuego para salvarla. Y haré lo que haga falta para mantenerla con vida. Incluso si eso me destruye.
La debilidad no es un rasgo de carácter con el que Jonas Kings esté familiarizado. Enfocado en su carrera profesional, encantador, increíblemente atractivo – es el tipo de tío que sabe cómo llamar la atención de las mujeres. Bueno, la mayoría de las mujeres. Eliza Hernández bien podría ser quien lo desafíe. Extrovertida e independiente, con la lengua afilada y testaruda, Eliza no es que se lo esté poniendo difícil. Es que ella es difícil de conseguir. No importa que la vida le golpee. No importa que Jonas ofrezca su hombro para que se apoye. Ella sabe que no debe enamorarse del ardiente chico malo. Pero, ¿qué ocurre cuando la protección de Jonas es lo único que puede salvarla? ¿Qué ocurre si su amor es lo único que tiene posibilidades de curarla?
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