Jessa Steele dispara para matar.
No se enamora.
No es capturada.
Mason “Mace” Moscaretti puede recuperar lo peor de lo peor.
Ningún capo o señor de la droga es lo bastante inteligente para escapar de él.
Cuando conoce a Jessa, asignada a un objetivo colombiano, está determinado a capturar su corazón y dejar el servicio activo.
Y lo hace.
Seis años más tarde, Jessa y Mace están felizmente casados, haciendo arder el dormitorio y listos para empezar a hacer bebés cuando un trabajo que Jessa no puede resistir surge. Lo que no sabe es que este cliente no se detendrá hasta que ambos estén muertos
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