¿Qué puedo decirte acerca de Adam Walker que no haya dicho ya? Cierto, el chico comete errores más rápido que un cohete viajando a la velocidad de la luz, pero tengo que admitir que los sabe remediar con la misma facilidad.
No es difícil enamorarse de él, tampoco lo es obsesionarse. Nadie puede culparme por odiar a cada chica que respire su mismo aire, y más cuando últimamente llegan como mosquitos a la miel.
Pero, ¿hasta que punto seré capaz de soportar toda la situación que se nos viene encima? ¿Hasta cuándo dejaré de tolerar las mentiras que parecen llover sobre nosotros? Y para colmo, un viejo conocido regresa... y no está muy feliz que digamos.
Las cosas se complican, las relaciones terminan, nada es seguro. Lo que sí te puedo decir es que, la única cosa peor que estar enamorada de un chico como Adam, es obsesionarse con él, y las obsesiones nunca, nunca son buenas... ¿O si?
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