Ella parece tan inocente, pero sé que puede arruinarme con una mirada, un toque. Y ya lo ha hecho.
Estoy en mi primera cita, pero no puedo dejar de pensar en lo que me espera en casa.
Una niñera joven e inocente llamada Brooklyn.
Soy un padre soltero y ella está cuidando a mi hijo.
Pero cuando llegue a casa, ella cuidará de mí.
No puedo sacar esos dulces labios de cereza de mi mente, estoy casi obsesionado.
Cuando llegue a casa, se dará cuenta de que es mi casa y yo estoy a cargo.
Puedo hacer que haga lo que quiera mientras esté bajo mi techo.
Y cuando ponga mis manos en ella...
Esa dulce cereza será mía.
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