Una historia sobre la pérdida, el amor y aprender a comenzar de nuevo…
Un corazón roto, destruido y al borde de la desesperación.
Así es cómo me sentí durante dos años después de que mi esposa murió, dejándome completamente solo con nuestro bebé.
Me mantuve en pie y seguí adelante solo por mi pequeñita… pero no estaba viviendo. Solo estaba existiendo.
Entonces conocí a Larkin, mi hermosa vecina rubia. Tiene curvas que hacen que mis manos duelan ante la idea de tocarlas, y ojos de color caramelo que me suplican que haga cosas indescriptibles.
No quiero quererla. No quiero mirarla, y definitivamente no quiero desearla.
Quiero evitarla.
Excepto que… no puedo. Donde quiera que vaya, cualquier cosa que haga, me trae de regreso a Larkin.
Y cuando finalmente cedemos, cayendo en la cama... es malditamente explosivo, apasionado y profundo. Se siente tan esencial como respirar.
Estoy empezando a enamorame de Larkin... pero no se suponía que sucediera.
Si quiero un futuro con Larkin, tengo que encontrar la manera de dejar atrás el pasado.
Y nada nunca se ha sentido tan bien y tan mal a la vez
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