The time

 

A veces los corazones rotos necesitan whisky. A veces necesitan música. Otras veces, solo una noche con un desconocido calma el dolor.

La noche que Isaac y yo nos conocimos, probamos las tres cosas.

Cuando terminó, cada uno tomó su camino.

Planeábamos no volvernos a ver, pero ya debería saber que los planes no salen como deberían.

Han pasado cuatro años desde aquella noche, y es un extraño giro del destino el que me lleva a necesitar la ayuda que solo Isaac puede dar.

No quiero sentirme atraída por él, pero lo estoy.

No quiero que mi corazón se acelere al verlo, pero lo hace.

Y de verdad no quiero que me mire así, pero él no parará.

Porque las cosas no son como hace cuatro años. ¿Y esta vez? No tenemos la opción de separarnos cuando salga el sol.

OPC1