Un cadáver.
Un oscuro secreto.
Y un sociópata que no puede decidir si prefiere matarme o besarme.
Bienvenido a Lionswood Prep, el internado de Élite más famoso del mundo. Aquí reina el dinero antiguo, y si no puedes presumir de tu peso en marcas de diseño, será mejor que te acostumbres a sentarte sola. Como pobre estudiante becada, conozco estas reglas mejor que nadie. He perfeccionado el arte de fingir que no envidio la riqueza ilimitada de mis compañeros tan bien como he dominado el de pasar desapercibida.
Hasta que el único otro estudiante becado de la escuela cae desde el quinto piso.
La muerte de Mickey Mabel se considera un suicidio, pero yo tengo mis dudas. De lo único que estoy segura es de que el chico de oro de Lionswood, Adrian Ellis, está implicado de algún modo. Es una sospecha descabellada, teniendo en cuenta que Adrian no sólo es el estudiante más rico de Lionswood... sino también uno de los más simpáticos. Es la clase de tipo que compra la venta de pasteles y atiende el almuerzo para un cuerpo estudiantil afligido... seguramente, no puede ser un asesino, ¿verdad?
La mayoría de mis compañeros de clase adoran el suelo que pisa, pero yo he visto suficiente oscuridad para sentir que hay más que un poco de ella acechando bajo esa bonita sonrisa suya.
No debería involucrarme, pero por primera vez en casi cuatro años, he dejado de quedarme en la sombra. Pero desenmascarar a Adrian no ha salido según lo planeado y ahora me tiene en el punto de mira. Está decidido a convertir el último año en un juego del gato y el ratón, en el que no estoy segura de si su objetivo final es matarme o poseerme.
Y cuanto más jugamos, menos segura estoy de querer escapar de su trampa.
Después de todo, yo también tengo algunos secretos oscuros...

Una nueva ciudad.
Una nueva vida.
Y un sociópata decidido
a recuperar lo que es suyo.
Hace diez años, Adrian Ellis juró cazarme y reclamarme como un premio, pero no he sabido nada de él desde entonces.
Ahora prospero en Nueva York: con una floreciente carrera artística, una intrépida compañera de piso convertida en mi mejor amiga, decidida a sacarme de mi zona de confort, y un auténtico niño mimado que no tiene ni idea de lo profunda que es mi oscuridad.
Pero justo cuando estoy lista para seguir adelante, Adrian reaparece en mi ciudad y en mi vida. Jura que no está aquí para mí, pero a medida que las costuras de mi vida, cuidadosamente cosida, empiezan a deshilacharse, todo apunta a él, y sospecho que lleva moviendo los hilos más tiempo del que he imaginado.
Puede que haya empezado este juego hace una década, pero Adrian planea terminarlo, y hay más en juego que nunca. Quiere mi vida, mi nombre y a mí. Para siempre.
Pero no somos los únicos jugadores en el tablero, y hay amenazas mayores que Adrian acechando en las sombras. Si quiero sobrevivir a esta partida, tendré que aceptar cada parte de la oscuridad que creí haber dejado en Lionswood.
Menos mal que no me interesa jugar limpio.
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